miércoles, 4 de marzo de 2020

ECONOMÍA EN EL CINE: EL HOMBRE DEL TRAJE BLANCO.


La obsolescencia programada.
A principios del siglo XX, apareció la práctica de planear la vida útil de un producto con el propósito de aumentar los ingresos por parte de las empresas fabricantes.
Su objetivo es fabricar productos de baja calidad para que su vida útil sea corta y los consumidores tengan que comprar el producto otra vez. El cártel Phoebus formado por fabricantes de bombillas estableció que solo se podían fabricar bombillas con una duración máxima de 1000 horas( la bombilla de Edison ya duraba 1500 horas), si alguno de los fabricantes no cumplía el acuerdo sería multado por el cártel. Este cártel fue acusado de haber impedido avances en la tecnología.

Si las empresas crean un producto irrompible no venderán más cantidad una vez que todo el mundo tenga ese producto, y por tanto dejarán de fabricarlo y de dar empleo a sus trabajadores.

Fue en 1932 cuando  Bernard London tuvo la idea  de la obsolescencia programada obligatoria para reactivar la economía, generar empleo, y así, salir de la Gran Depresión. El Gobierno sería el encargado de recoger los productos antiguos. Pero es obligatoriedad nunca se llevó a cabo.
Aún así en los años cincuenta sí se empezó a hablar de obsolescencia programada por parte del diseñador Brooks Stevens, que a partir de la publicidad de sus modernos diseños de coches, electrodomésticos, casas ...conseguía que los consumidores desecharan sus viejos productos por otros solo por motivos de moda, creaba en ellos la necesidad de adquirir productos que realmente no necesitaban.
La obsolescencia es atractiva para los productores y consumidores en cuanto que aumenta los empleos, aumenta el consumo y la oferta, el sector público aumenta su recaudación tributaria, pero, por el contrario, se generan problemas medioambientales no solo por producción sino por  la contaminación producida por la acumulación de residuos.  Además, hay que tener en cuenta que el planeta tiene recursos limitados por lo que la sostenibilidad de un sistema de obsolescencia programada es muy discutible.
En 1951, la película El Hombre del traje blanco representó perfectamente las consecuencias de crear un producto duradero, en este caso un tejido. El científico creador del tejido verá como sus jefes de la fábrica textil y el resto de trabajadores no están tan contentos con su invento,y son muchos los sectores interesados en que ese maravilloso producto no vea luz.


Ficha técnica: The man in the white suit DIRECTOR: Alexander MacKendrick GUIÓN: Roger MacDougall, John Dighton, Alexander MacKendrick MÚSICA: Benjamin Frankel FOTOGRAFÍA: Douglas Slocombe (B&N) REPARTO: Alec Guinness, Joan Greenwood, Cecil Parker, Michael Gough, Ernest Thesiguer, Howard Marion-Crawford, Henry Mollison, Vida Hope, Patric Doonan PRODUCTORA: Ealing Studios ESTRENO EN UK: 7 Agosto 1951 DURACIÓN: 84 minutos

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